Riesgos para la salud de algunos utensilios de cocina…
Una alimentación saludable no sólo requiere prestar atención a la clase de productos que consumimos y a su estado de conservación, sino también a las condiciones en las que son cocinados. El material de los utensilios que empleemos para prepararlos no es tan inocuo como podríamos creer, e incluso puede resultar nocivo en ciertos casos. Veamos cuales y por qué.

Cada vez más personas están interesadas en un estilo de vida saludable y respetuoso con el medio ambiente, una tendencia que se muestra con especial intensidad en hábitos como la alimentación. El creciente mercado que están logrando los alimentos ecológicos, por ejemplo, o la mayor preocupación por lograr una dieta equilibrada, son un claro ejemplo de ello.

Pero hay otro factor que incide en nuestra salud que no podemos dejar de lado, y es la forma de cocinarlo. Por ejemplo, el uso de gas es mucho más saludable que otros sistemas más tradicionales, al emitir un nivel mucho menor de partículas contaminantes. Pero también es importante el recipiente en el que se preparan los alimentos, ya que al entrar en contacto con estos y ser rayado, golpeado y expuesto a altas temperaturas, desprende partículas que van a parar a la comida. Según el material del que se trate, éstos minúsculos fragmentos pueden ser más o menos peligrosos.

Materiales nocivos

El aluminio es un material que ha sido tradicionalmente muy utilizado en la fabricación de cacerolas y otros utensilios de cocina. Pero desde los años sesenta, ante los resultados de diversas investigaciones médicas, países de nuestro entorno como Francia, Reino Unido y Alemania han prohibido la venta de menaje de aluminio, ante los riesgos para la salud que puede plantear. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha planteado en diversos informes la sospecha de que influya en la aparición de Alzheimer: el riesgo está en que se trata de un material bioacumulativo, es decir, que el organismo no puede deshacerse de él con facilidad y poco a poco, con el paso de los años, puede ir acumulándolo. Incide especialmente en los enfermos renales, un sector de la población especialmente expuesto a ese riesgo.

Pero no es el único material empleado en la cocina que puede resultar dañino. La Agencia de Protección del Ambiente de Estados Unidos hizo públicos varios estudios en el año 2005 que advertían de la peligrosidad de otro elemento habitual de la cocina: el teflón. Este material, muy utilizado en muy diversos ámbitos de la vida, sirve también para recubrir la superficie de las sartenes debido a sus propiedades antiadherentes y a su resistencia a la corrosión. Pero según dichas investigaciones un componente del teflón, llamado ácido perflouroctano, resulta tóxico para la salud. A partir de determinadas temperaturas, aproximadamente a partir de 360 grados, ése y otros compuestos podrían ser liberados del recipiente en forma de gas, por lo que se recomienda, en caso de disponer de una sartén de teflón, no exponerla a temperaturas muy elevadas y sustituirla cuando su superficie esté rallada, ya que en tales casos el riesgo es mayor.

Por último, otro material considerado por algunos como poco recomendable es el cobre. En bastantes hogares hay viejos utensilios de cobre que, a día de hoy, tan sólo se emplean como elemento decorativo, ya que otorgan un aspecto más rural y tradicional a la cocina. Pero lo cierto es que nuestro organismo necesita para su funcionamiento pequeñas cantidades de cobre y otros metales para su correcto funcionamiento, pero se trata de cantidades mínimas que no deben ser superadas y a las que, según algunos expertos, podríamos exponernos en exceso al cocinar en estos utensilios. No obstante, no hay acuerdo sobre el riesgo real que puedan suponer, salvo el muy específico para los afectados por la enfermedad de Wilson, cuyo cuerpo no puede procesar adecuadamente este metal.

Materiales idóneos

Pero si los anteriores pueden entrañar cierto riesgo, hay otros muchos materiales que resultan completamente inocuos en nuestras cocinas. Algunos de ellos llevan muchos años acompañándonos, como el vidrio, la cerámica, la silicona, el titanio o la madera. Pero también han aparecido en el mercado utensilios de cocina realizados en nuevos materiales que están libres de riesgo alguno. Un ejemplo de ello son las sartenes Greenpan, que disponen de un novedoso sistema antiadherente llamado thermolon que, según asegura la empresa fabricante, no contiene sustancias tóxicas.

(fuente: http://www.repsol.com/es_es/casa_y_hogar/energia_en_casa/reportajes/medio_ambiente/Riesgos_para_la_salud.aspx)