Enero es uno de esos meses que queremos que pasen rápido. Después de disfrutar de unas fantásticas Navidades con la familia, comprando regalos y gastando dinero en comida y celebraciones, llega enero, con su cuesta, y nos devuelve a la Tierra.

Enero es uno de los meses en los que se acumulan más gastos, no sólo porque arrastramos los de las Navidades, sino porque también hay que hacer declaraciones y pagar el IVA, empiezan las rebajas… Y, sobre todo los buenos propósitos, que también cuestan dinero.

Evitar tener gastos en un mes como enero es muy complicado, pero pueden reducirse si tenemos en cuenta algunos consejos:

  • Es esencial que hagas una lista de los gastos que has tenido en diciembre. Cuando seas consciente de los gastos que has tenido, cambiarás tu pensamiento y te apretarás más el cinturón.
  • Al igual que haces una lista en diciembre, haz una de lo que prevés gastar durante el mes de enero. Se trata de que decidas cuáles son los gastos indispensables y cuáles pueden evitarse.
  • Si vas a las rebajas porque necesitas adquirir algunos productos que en otra época son demasiado caros, ve a por esos artículos en concreto, no te pasees viendo a ver qué encuentras. Y muy importante, lleva la cantidad de dinero justa y necesaria para comprar solo eso que necesitas.
  • Trabaja desde casa. Si eres autónomo evitarás el doble gasto de tener una oficina y todos los desembolsos de dinero que eso conlleva. Además, si dedicas tiempo a buscar ofertas y buenos precios en material de oficina, montarte tu pequeño despacho en casa será fácil y muy barato.
  • Si para el nuevo año te has propuesto una serie de objetivos, seguramente esos propósitos conlleven un desembolso de dinero. En tu mano está que se convierta en un gasto o en una inversión. Por ejemplo, si te has propuesto ponerte en forma e ir al gimnasio, tendrás que pagar una cuota mensual. Ese pago será una inversión si de verdad vas al gimnasio y empiezas a conseguir tu objetivo. Si pagas y no vas, será un gasto de dinero. Tú decides.